La sorprendente y verdadera historia de Ibn Zaydún y Wallada

Ibn-Zaydún es uno de los mejores poetas clásicos de la literatura árabe universal. Vivió en Kurtúba (Córdoba, España) en el siglo XI. Su obra más famosa es la Qasída en Nun. Un poema de corte clásico que se considera una de las muestras más sublimes de la poesía amorosa. Se lo dedicó a su ex-novia Wallada.

Wallada era princesa. Era una mujer muy independiente e influyente. Escribía poesía, se dedicaba a la política y ejercía labores diplomáticas también. Pero sólo ha pasado a la historia como la bella dama con corazón de piedra que inspiró a Ibn Zaydún durante toda su vida y cuanto él más la quería y más bellos poemas componía para ella, ella más le despreciaba. Pero Wallada no fue para él una bella inalcanzable de la que estuvo siempre fiel y platónicamente enamorado, como Dante y Petrarca de Beatriz y de Laura, por ejemplo.

Nooooooooooo.....Ella al principio fue su compañera sentimental, con todas sus consecuencias. También escribió bellos poemas de amor para él, sobre sus noches juntos ... y le ayudó, gracias a sus contactos diplomáticos, su poder e influencias, a prosperar en sus ambiciones políticas....porque Ibn-Zaydún tenía ambiciones políticas. Ella tenía muchas criadas a su servicio. Las damas principales de la Corte cordobesa le servían de camareras. Pero en Palacio también simples criadas, y hasta esclavas. En aquella época, se tenían muy en cuenta las clases sociales y las razas. Por ejemplo, los nobles estaban totalmente convencidos de que eran superiores a los plebeyos, y los árabes puros, realmente procedentes de la lejana península arábiga, creían ser superiores a los norteafricanos y más aún a los negros.

En cierto momento, arropado por su poder y alojado en su palacio, Ibn-Zaydún se sintió muy seguro de sí mismo y más aún del amor de ella.Empezó a verla fea, aunque era una de las más bellas mujeres de su tiempo, y a hastiarse de su compañía en la intimidad. Y se encaprichó de una esclava negra de Wallada. A pesar de ser esclava, y de que aceptarlo le podría suponer mejores alimentos y ropas y quién sabe si también la libertad, se negó en redondo a acostarse con él. Con el tiempo, su deseo insatisfecho llegó a convertirse en obsesión enfermiza. Ibn-Zaydún rehuía, hastiado, el perfumado y tibio lecho de Wallada, y hasta llegó a enfermar a causa de su obsesión.

Hasta que a Wallada se le inflaron las narices y lo echó de su casa. Además, le retiró todo su apoyo político y diplomático y se lo ofreció a un antiguo rival en la política y la poesía de su ex-amante. Según Ibn-Zaydún, porque se lió con él. En realidad, no se sabe. Cuando este rival se hizo poderoso, Ibn-Zaydún, para salvar la vida, tuvo que desterrarse de la ciudad. En este momento, a Ibn-Zaydún se le curó como por ensalmo su enfermiza obsesión por la esclava africana y se dio cuenta de que a la que siempre amó fue a Wallada, que no había mujer más inteligente, divertida y deseable y de que nunca podría amar a otra. Y empezó a escribir sus mejores poemas sobre la ingrata que había entregado su corazón a otro hombre y lo rechazaba sin compasión ninguna, por muy bueno que fuese él con ella. Y también sobre su nostalgia de Córdoba, la bella y noble ciudad a la que jamás podría regresar, porque la pena de destierro era de por vida.

Realmente, sus poemas impresionan. Pero la vida también entonces daba muchas vueltas, y... finalmente logró regresar. Exiliado en Granada, se hizo muy amigo del rey de Granada y logró convencerle de que invadiese Córdoba. El nuevo rey le dio un cargo muy importante, relegando a Wallada a una posición insignificante.Ib Zaydún abrigaba ahora la esperanza de convencer a Wallada de que le perdonase. Ibn- Zaydún, el exiliado de por vida, volvió a ver Córdoba y a ser amado por esa maravillosa ciudad...

... pero Wallada se murió de vieja sin permitir que él volviese a escucha una sola sílaba de sus labios o a ver su rostro siquiera por un instante, aunque fuese cubierto por un velo...

wallada